Vida del escudero Marcos de Obregón (adaptación de Isidro G. Cigüenza para escolares y lectores no especializados)

En 1618, hace ahora exactamente 400 años, veía la luz la novela del maestro Vicente Espinel Relaciones de la vida del Escudero Marcos de Obregón. Y lo hizo, precisamente, en el mismo lugar e imprenta donde publicaran sus obras otros famosos autores, amigos suyos, como fueron Cervantes, Calderón, Lope de Vega, Góngora, Quevedo y otros.

Circunscrita al género picaresco, esta obra goza de virtudes tan llamativas y actuales como pueden ser su afán por enseñar divirtiendo, su visión romántica del paisaje, la importancia de la música en la educación infantil, la necesidad del ejercicio físico, la memoria artificial o cómo ha de ser el trato de los médicos para con sus enfermos, de los jueces con los reos, de los maestros con sus alumnos… Pero lo hace, como decíamos, con un tono tan divertido y entretenido que raya muchas veces lo cómico y jocoso.

El recorrido histórico de su relato nos hace revivir el mundo político, militar y cultural del denominado Siglo de Oro de las letras españolas, así como ese otro mundillo, más cercano y entretenido, de los acontecimientos populares, religiosos, arrieriles, bandoleros y hasta supersticiosos que lo caracterizaron.

Dejando entrever su espíritu aventurero y burlón, con su lectura conoceremos, también, la propia vida y personalidad del autor, reflejada en su novela. A través de sus páginas nos deja entrever, bien a las claras, las experiencias (como estudiante, ayo, músico, escudero, censor, sacerdote o soldado) vividas por él mismo en los distintos escenarios en los que transcurrió su existencia.

De este versado poeta y ponderado músico, además de tan excelente obra, nos han quedado numerosos poemas líricos, la invención de la décima espinela y la incorporación de la quinta cuerda a la guitarra.

Con la presente adaptación, realizada a título individual, de forma altruista y con criterios pedagógicos, el autor quiere homenajear dicha obra en su IV Centenario e invitar a sus lectores a que, lo mismo que él, lean el original y lo disfruten.