Sierra Morena, jardines eternos

(...) y, tratándose de una pasión compartida, han decidido homenajear a su tierra y asombrarnos juntos.

Ambos nos permiten asomarnos a los jardines... esos jardines eternos de su Sierra Morena. A los recuerdos que encofran en sus almas, en sus almas de niño. Descubrimos las sensaciones que hacen despertar los sueños y anhelos del artista. Nos desvelan todo esto desde su intimidad, en su unión con esas estampas vivas –en el hoy y en el recuerdo– de la naturaleza, del pueblo y de sus gentes, en un homenaje a esta vida, en mayúscula. Jesús Ramón y Manuel Carlos nos muestran respectivamente, en estas poesías, tanto en verso como en acuarela, su concepto de “eternidad”, en esa naturaleza que pervive siempre para ellos y en ellos. Recogen con la pluma y el pincel lo que en ambos permanece eterno e infinito. Pues algo nunca muere mientras siga en nuestro sueño.

...soñando he vuelto a pasear de nuevo
por los íntimos rincones de mi alma, 
a solas.